Es un camino polimórfico y metamórfico que escapa a lo que podemos decir o pensar. Es la casa del monstruo, la potencia de la vida en su estado más bestial. Proponemos entrar al laberinto, encontrar al monstruo y matarse a sí mismo.

El laberinto

El conejo

Es un deseo radical, una única voluntad, la determinación descubridora que nos saca del mundo.

“Siempre acabamos siendo recompensados por nuestra buena voluntad, nuestra paciencia, nuestra equidad, nuestra ternura hacia lo extraño, cuando lo extraño se va quitando el velo poco a poco ante nosotros y acaba ofreciéndosenos como una belleza nueva e inefable. Es la forma que tiene de agradecernos nuestra hospitalidad”. ~Friedrich Nietzsche

Liebre Cuy, anfintriona de Laberinto de Conejo y Entrenamiento Evolutivo